Me siento una mujer fuerte, segura de mi misma, juguetona, sarcástica. Ejerzo como profesional exclusivamente como sumisa, pero para eso necesito una máxima complicidad con quien ejerza el rol de Dominante y que tenga experiencia y saber estar. Esa sensación raramente puede comprarse con dinero. A menudo me he sentido incomprendida por los machos beta o menores que no han podido estar a la altura. Si no sabes, no me llames.

La parte dominante también debe saber esforzarse en cumplir su papel y ejecutarlo debidamente. Antes deben pactarse las prácticas, vestimenta, límites, palabra de seguridad, nivel de intensidad. En definitiva, conocerse un poco.

Si la sumisa no disfruta, solo finge y no me gustan los engaños. Una buena sesión debe prepararse con antelación. Gracias a eso puedo ser una solucionadora de problemas intelectuales. 

No trabajo en manada. Los aspectos de mi vida personal no son tema a debatir con nadie. Soy independiente pero ante un Dom con las cualidades necesarias y adecuadas puedo arrodillarme y realizar mi trabajo mucho mejor y a entera satisfacción de ambas partes. Tendrá mi esfuerzo y mi obediencia a su disposición.